Cuando tienes lo que deseas, qué sentido tiene desear algo más?
A veces lo hacemos sin pensar en las consecuencias y no somos conscientes que absolutamente todo tiene su precio. A veces no lo notamos porque se trata del dolor de otra persona, sin embargo, ese sea tal vez el precio más caro a pagar...
Querer más no es malo, pero a veces nos hace perder el norte y por ende, nos hace perder lo que teníamos. Lo perdemos todo y nos quedmos sin nada...
Hay que valorar lo que se ha conseguido y valorar lo que se desea. Hay que saber poner un límite.
Y ahí es donde la teoría pasa a ser algo precioso, pero una patochada total: Creemos conocer nuestros límites, los impuestos s nivel personal y los impuestos socialmente... Pero resulta que sobrepasarlos es lo único que parece motivarnos en esta vida...
No tenemos límites, así que no hay forma de retener el deseo de querer más...
En realidad... carecemos de todo control.....