Y me lo creí... a pies juntillas...

Yo pensaba que ya era inmune, que nadie más podría jamás hacerme sentir así de miserable, pues toma ya... me equivocaba.
Con una sola frase has conseguido vaciar todo lo que había luchado tanto por llenar.
Y ni siquiera te has dado cuenta, prefieres ser tú a quien beatifiquen o martirifiquen,  no lo sé muy bien... pero me temo que esta vez me has hecho daño de verdad...
Y no sé cuando dejará de sangrar...

Tal vez, esta vez sea para ti... ^_^

Las cosas nunca surgen cuando ni como uno quiere. Simplemente ocurren.
Tal vez nunca entendamos muy bien el porqué, pero hay algunas cosas que carecen de ese famoso porqué. No tiene sentido buscarlo, ya que lo único que se encuentra son respuesta que no contestan a ninguna pregunta.
Esperaré una vida, no importa.
A veces hay cosa que han de suceder para entender el significado que tiene la existencia propia y tal vez, la ajena... Sin embargo, algunas de esas cosas sencillamente duelen. Por más llenas de magia que estén y por más sencillas, tranquilas y hermosas que sean... duelen.
Estaré siempre en la cabaña, detrás del cementerio, con el rooibos a punto... ^_^
En algún sitio leí que un corazón sin heridas es un corazón que no ha vivido, así pues dejemos que esas cicatrices se expongan y demuestren que estamos vivos.
Esta cicatriz la quiero guardar como un tesoro... Esta cicatriz la guardo como un tesoro...
Siempre estaré en Caledonia...
^_^