Idolatrar

Qué maravilloso recuerdo has sido, mientras has sido éso: un recuerdo...
¿Por qué he permitido que volvieras a mi vida? Pues no lo sé, pero la verdad es que no has aprovechado para nada éso que había.
Te has saltado a la torera todo aquello que creía importante.
Fueron muchas cosas las que quedaron en el aire, pero siempre creí que otras cosas habían quedado más que claras...
Escucho aquella música y se ha transformado de nuevo en simple música... Y es una lástima... Me gustaba cuando no era sólo música, me gustaba cuando me revolvía el estómago e, incluso, cuando hacía que alguna lágrima resbalara por mi mejilla... Pero supongo que ahora ya soy libre también de no recordarte cuando menos me lo espere... Qué pena...
No me importa que te acerques de nuevo, no me importa que quieras acercarte a quien más me importa, pero SÍ me importa que lo hagas con ciertas intenciones, que ni siquiera voy a calificar de mala, porque quiero entender que la necesidad aprieta (los calzoncillos, en este caso...), pero esperaba otra cosa de aquel bonito recuerdo...
No pienso olvidar, la estación, los baños ni la mezquita con sus gorras... ^_^ Pero ahora ya puedo recordarlo desde la distancia. Hubiera preferido que el tiempo lo recolocara y rememorarlo con todo el cariño que se merece ese recuerdo...
No voy a ser tan prepotente de decir que te has caído de mi pedestal, pero sí te digo que no has acertado... Al menos, no para mí...
Eras el recuerdo de un verano perfecto, Cordobés... Lo eras...

No hay comentarios:

Publicar un comentario