Sentir

Cuando has llegado al filo de la muerte, todo lo que jamás has sentido pierde importancia.
Dejas de sentir para redefinir todas tus emociones.
No siempre el reset es instantáneo. A veces tiene que pasar un cierto tiempo muerto para volver a vivir, a sentir, a creer que vuelves a ser humano. Pero tarde o temprano vuelves a la vida, aunque a veces la vida pueda ser un asco.
Aún así, a pesar de lo asquerosa que pueda resultar, hacedme caso: vale la pena sentirlo todo, todo lo que la vida nos tenga que ofrecer. 
Lo bueno y lo malo se difuminan para dar forma a la vida entera de una manera tan inesperada que sólo se entiende si lo observamos desde el punto de vista correcto.
No soy quién para definir ese punto de vista, pero creedme si os digo que vale mucho la pena intentar llegar a él. 
Aún a medio camino, ya estoy convencido que valdrá la pena todo el viaje...

Lo curioso de la noche

Siempre me ocurre de noche.
No me apetece ser quien soy si no es de noche. Será que a estas horas, todos los gatos somos pardos...
No me preocupa que la gente no me conozca, en realidad lo que no me gusta es no poder ser yo mismo, dejando de banda al resto del universo. Quiero ser yo, pero de día no me apetece serlo. De día veo demasiadas cara que expresan cosas que me aburren. Prefiero las caras indiferentes. Y aunque lo que me pide el cuerpo es ser desagradable, me sale la sonrisa estúpida... Odio que me salga la sonrisa estúpida...
Entiendo que a veces la imagen, lo primero que se ve, puede resultar más o menos impactante, pero viendo a según quien con según qué modelito, no entiendo tanto revuelo por unas muletas...
Por éso prefiero la noche, casi no hay gente por las calles y los que hay parecen más asustados que morbosos (aunque de día no se comportarían igual...)
Me gusta la noche, puedo ser yo. Puedo ignorar y ser ignorado.


Desidia

Es una sensación de no dominar nada de lo que sucede a mi alrededor.
La inercia de una vida que viene de antemano decidida.
Han ocurrido muchas cosas, que no logro entender y cuanto más las pienso, menos me apetece buscarles sentido. 
No es un alegato a la tristeza, ni a la pena, ni a nada. Es pura desidia.
Me gustaría poder gritar al viento que me siento bien, pero no puedo. No me gusta mentir.
Y sin embargo, no puedo decir que las cosas sean horribles. Han pasado algunas que alguien podría calificar de horribles, pero no es mi caso, a mi no me lo parecen tanto. Y a pesar de todo, o tal vez, a causa de todo me siento así, indefenso delante de la velocidad que decide tomar la vida, sin tener en cuenta si vas a poder seguirla o no.
Me apetece sentirme así, éso también lo tengo claro, pero me gustaría no quererlo.
De todas formas, la vida, mi vida, tu vida, su vida... No se va a detener porque yo me sienta así o asà, lo que me remite de nuevo al principio de este cículo vicioso en el que me he encallado yo solo...
Es una sensación de no dominar nada de lo que sucede a mi alrededor.
La inercia de una vida que viene de antemano decidida ...

Hola, estoy aquí ...

He decidido dejarme caer por aquí.
Tal vez no sirva de nada, o tal vez me complete estar por aquí. No lo sé.
Quiero estar por aquí, me apetece veros y que me veais. Quiero conoceros. Necesito conoceros, sin llegar a conocernos del todo. Realmente quiero estar con vosotros.
¡Hola, estoy aquí!
Nos vamos viendo... Por aquí.