La inercia de una vida que viene de antemano decidida.
Han ocurrido muchas cosas, que no logro entender y cuanto más las pienso, menos me apetece buscarles sentido.
No es un alegato a la tristeza, ni a la pena, ni a nada. Es pura desidia.
Me gustaría poder gritar al viento que me siento bien, pero no puedo. No me gusta mentir.
Y sin embargo, no puedo decir que las cosas sean horribles. Han pasado algunas que alguien podría calificar de horribles, pero no es mi caso, a mi no me lo parecen tanto. Y a pesar de todo, o tal vez, a causa de todo me siento así, indefenso delante de la velocidad que decide tomar la vida, sin tener en cuenta si vas a poder seguirla o no.
Me apetece sentirme así, éso también lo tengo claro, pero me gustaría no quererlo.
De todas formas, la vida, mi vida, tu vida, su vida... No se va a detener porque yo me sienta así o asà, lo que me remite de nuevo al principio de este cículo vicioso en el que me he encallado yo solo...
Es una sensación de no dominar nada de lo que sucede a mi alrededor.
La inercia de una vida que viene de antemano decidida ...
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