Dejas de sentir para redefinir todas tus emociones.
No siempre el reset es instantáneo. A veces tiene que pasar un cierto tiempo muerto para volver a vivir, a sentir, a creer que vuelves a ser humano. Pero tarde o temprano vuelves a la vida, aunque a veces la vida pueda ser un asco.
Aún así, a pesar de lo asquerosa que pueda resultar, hacedme caso: vale la pena sentirlo todo, todo lo que la vida nos tenga que ofrecer.
Lo bueno y lo malo se difuminan para dar forma a la vida entera de una manera tan inesperada que sólo se entiende si lo observamos desde el punto de vista correcto.
No soy quién para definir ese punto de vista, pero creedme si os digo que vale mucho la pena intentar llegar a él.
Aún a medio camino, ya estoy convencido que valdrá la pena todo el viaje...
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